Una jornada de pescaturismo en aguas de Castellón es la posibilidad que ofrece el Paraíso, un barco de 28 metros de eslora y casi 8 de manga con base en el puerto de El Grao. La experiencia permite embarcarse en él a un máximo de siete pescaturistas para que vivan en vivo y en directo el día a día de un barco de los que faenan cotidianamente en el Mediterráneo. El Paraíso zarpa a las 6 de la mañana, antes del amanecer, para afrontar una jornada de pesca más. Los pescaturistas conviven con la tripulación durante el arrastre de las redes a unos 300 metros de profundidad y asisten a la recogida de su botín: rapes, merluzas, potas, sepias, cigalas, bacaladillas, quisquillas, salmonetes, morralla, gallos, pulpos, caballas, jureles, besugos, doradas, galeras, langostinos y hasta espardenyas.
Aunque antes ha habido desayuno y almuerzo, el cocinero prepara el rancho para tripulantes y pasajeros —fideuà de cigalas, guiso de pota, gambas a la sartén, arroz a banda, pulpo a lo Paraíso— mientras se seleccionan las capturas y se echan de nuevo las redes al mar. Diez horas después de haber zarpado, el barco regresa a puerto tras una jornada de pescaturismo en aguas de Castellón y con siete pasajeros a bordo: a partir de entonces, cuando coman pescado fresco del Mediterráneo, lo verán con otros ojos y lo saborearán con otro paladar.