El buen tiempo nos trae restaurantes veraniegos en distintos puntos de la costa mediterránea. Ñam, Tatel y Playa Montroig son tres propuestas muy diferentes en la Comunitat Valenciana (Guardamar del Segura), Ibiza (Sant Jordi de ses Salines) y Catalunya (Mont-roig del Camp), respectivamente.
Ñam (av de la Libertad 64, 659 181 652, Guardamar del Segura) es la novedad de la temporada en los confines meridionales de la costa valenciana. El nuevo espacio de restauración del hotel Meridional es fruto del relevo generacional, con la joven y viajada Carmen Amores al frente. El Jardín, su restaurante de siempre, se ha redefinido como arrocería-marisquería y se ha incorporado este gastrobar de estilo netamente millennial, incluyendo una decoración urbana, que contrasta con sus ventanales a la playa, y una cocina mundana que conjuga productos y conceptos de aquí y de allá con técnicas y presentaciones postadriáticas. Las berenjenas fritas con miel de caña se combinan con un exquisito hummus picante, las mollejas de cordero y los pulpitos se dan la mano entre cosas crujientes, y el bacalao se deconstruye brillantemente: piel crocante, lascas jugosas, cremosa brandada… También se les rinde homenaje al atún —que aparece en otra de las propuestas como tartar, maki, pisto y caldo— o a los mejillones, desglosados en texturas: leche de tigre, emulsión con arroz vietnamita y curry rojo. Tampoco le falta exotismo al picantón con flor de calabacín rellena de foie. El postre de tres leches o la tarta de quesos, zanahoria y tomillo también declinan elementos diversos. Margarita Rodríguez, al frente del Meridional hasta hace poco, es ahora máster en viticultura y enología, y propone una sugerente carta de “vinos con alma”, complementada por una estupenda coctelería, también en el skybar de la azotea del Meridional. Cierra los domingos por la noche, los lunes y los martes. Se puede comer a la carta desde 26 euros.
Tatel Ibiza (ctra de la playa d’en Bossa s/n, 971 573 790, Sant Jordi de ses Salines) es la secuela balear del homónimo madrileño que tiene entre sus socios a Enrique Iglesias, Rafa Nadal, Pau Gasol o Cristiano Ronaldo y ha iniciado la temporada como una auténtica estrella de los restaurantes veraniegos. Representante en la isla del estilo ecléctico y animado que creó Tatel Madrid —incluyendo la música en directo con sesiones de DJ, además de un interiorismo con una estética muy particular—, incorpora el inconfundible aire ibicenco que le dan su ubicación en la playa d’en Bossa y los productos de proximidad, en un espacio de 1.400 metros cuadrados que incluye terraza y reservado, además de la sala, con capacidad para más de trescientas personas en total. El planteamiento de Tatel como lugar eminentemente divertido entre los restaurantes veraniegos no está reñido con la solidez gastronómica en una cocina de base clásica y tradicional puesta al día —marca de la casa— que en Ibiza adquiere un aire estival y autóctono. Además de los clásicos del Tatel madrileño, como la tortilla trufada o la milanesa con huevo poché y trufa, en este hay cosas más veraniegas —el gazpacho, la ensalada griega o la corvina a la parrilla— y otras que reivindican la mediterraneidad del entorno, como el arroz con bogavante. En el apartado líquido destacan los grandes vinos españoles e internacionales y la carta de cócteles. Abre todos los días de 7 de la tarde a 3 de la madrugada.
Playa Montroig (N-340 km 1.136, 977 810 637, Mont-roig del Camp) reivindica el “glamping” en la Costa Daurada y para ello incluye diversas propuestas culinarias dirigidas a los campistas foodies. Hay dos restaurantes, nueve bares, un foodtruck y un programa de eventos gastronómicos temáticos para el verano en su espacio La Plaça. Las tapas, la paella, la barbacoa, la sardinada, el asado y la parrillada argentina protagonizan los programados los jueves a la 1 y media de la tarde, a 9,50 euros los adultos y 7,50 los niños. El mismo aire desenfadado tiene la propuesta de Karavane Bar, un foodtruck vintage con hamburguesas, frankfurts, crêpes y smoothies. Además de estas propuestas eminentemente familiares y conviviales, la oferta de Playa Montroig incluye hasta doce sitios distintos donde comer, con los restaurantes Terrassa y Espai Grill como opciones más gastronómicas, además del foodtruck Karavane. En Terrassa hay cocina mediterránea y de producto —tapas, arroces, carnes, pescados—, con el atún de Balfegó y los pescados de la lonja de Cambrils como protagonistas. Con ellos también se elaboran tartars y platos de aire japonés, como los tatakis. Espai Grill, con una cocina eminentemente tradicional y casera que incluye carnes y pescados a la parrilla, está ambientado como una gran masía catalana. Playa Montroig se extiende sobre 35 hectáreas junto a la playa de Mont-roig del Camp, con mil parcelas y trescientos bungalows que suman una capacidad de 5 mil personas y todo tipo de equipamientos: parque acuático, instalaciones deportivas, spa, o actividades culturales y de ocio, además de sus propuestas en cuanto a restaurantes veraniegos.