Esta variedad de uva es una de las más utilizadas y con un cultivo extendido en España por su calidad tanto para vinos varietales como monovarietales, por lo que comprar vinos con Syrah es una apuesta segura para cualquier ocasión
Vinos amables, sabrosos y con aroma. Así son los vinos que se consiguen con la variedad de uva Syrah, una uva tinta que se cultiva en todo el mundo y que tiene mucha historia a pesar de su origen desconocido. Y es que varias teorías son las que existen para explicar la procedencia de una uva muy extendida para la elaboración de todo tipo de vinos, tanto varietales como monovarietales. Así, algunos expertos en el mundo de la enología consideran que la uva procede, por su nomenclatura similar, de la ciudad persa de Shiraz, mientras que para otros su origen puede estar en Siracusa, en la isla italiana de Sicilia, y una tercera teoría apunta a que podría proceder del valle del Ródano, en Francia. Y quizá ésta sea la más acertada, ya que unos análisis de ADN realizados en la década de los noventa revelaron que es descendiente de dos uvas francesas, la dureza y la mondeuse blanche. Su fama procede desde hace siglos gracias a los vinos de Hermitage, en el norte del Ródano, muy reconocidos y apreciados, sobre todos en los siglos XVIII y XIX por su calidad. En cualquier caso, hoy esta uva se cultiva en todo el mundo por su viticultura fácil.
Y es que la uva Syrah es una variedad de fácil cultivo, que se adapta bien a todo tipo de suelo y es resistente a las enfermedades propias de la vid. Asimismo, es una uva que requiere mucho sol, aguanta las temperaturas altas y se adapta muy bien a zonas cálidas con pocas precipitaciones, aunque requiere climas templados y secos. De esta forma, la uva Syrah es una variedad de rendimiento medio – bajo y que presenta un racimo de tamaño medio con bayas de color negro azulado y de un tamaño muy uniforme. Se trata de una planta de porte erguido y de maduración precoz. Todo ello la hace una variedad muy utilizada para la elaboración de distintos vinos.
En España, esta uva está muy extendida, cuenta con amplia presencia en prácticamente todas las comunidades y son muchas las denominaciones de origen nacionales que recomiendan su cultivo. Cataluña, Extremadura, Castilla – La Mancha, Valencia, Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Madrid, Navarra y Murcia son algunas de las regiones con un cultivo extendido de esta variedad, que, además, tiene alta presencia en todo el mundo, especialmente en zonas de Europa, y en países como Australia, Chile, Sudáfrica y en el estado de California, en Estados Unidos.
Los vinos de Syrah son vinos de gran calidad, de color rojo brillante y muy oscuro y de elevada graduación alcohólica. Se trata de vinos relativamente ácidos y muy afamados mundialmente por su color intenso y su aroma a fruta madura. Un aroma que recuerda a frutos como grosellas, violetas, moras silvestres o frambuesas, aunque también se pueden apreciar toques de pimiento, canela y clavo. Con alta carga tánica, aunque con taninos muy suaves, el vino de Syrah es estructurado e ideal para maridarlo con platos contundentes, muy apreciados y habituales en nuestra grastronomía, y con distintos tipos de quesos. Además, es una variedad cuyos vinos jóvenes son sólidos y de calidad que van adquiriendo personalidad mientras envejecen, por lo que es una uva apta tanto para mezclas con otras variedades como la garnacha como para la elaboración de vinos monovarietales.
De moda en nuestro país, comprar vinos de uva Syrah es una apuesta segura para cualquier ocasión. Por ello, son muchas las propuestas de esta variedad que se pueden encontrar en el mercado. No obstante, por su necesidad de climas templados y secos, Castilla – La Mancha es una de las regiones con uno de los climas más adecuados para el cultivo de esta variedad. Y es ahí donde se producen algunos vinos de gran calidad con esta variedad de uva. Son muchas las bodegas que apuestan por ella para la elaboración de sus vinos y ofrecen distintas propuestas para todo tipo de consumidores. La bodega Dehesa de Luna, ubicada en pleno corazón de esta región, es una de las que ha sabido aprovechar todas las características y calidad de la uva para elaborar vinos de calidad tanto varietales como monovarietales. Así, un ejemplo de vino monovarietal es Luna Lunera Syrah, elaborado 100% con esta variedad, con intensos aromas a fruta negra y que es un vino que sorprende e invita a seguir bebiendo. No obstante, esta bodega, finca reserva de la biodiversidad que ha apostado por vinos de calidad con respeto al entorno y la naturaleza, cultiva y utiliza esta variedad para vinos como Gran Luna o Dehesa de Luna Orígenes, en los que la uva Syrah combina con otras variedades como Tempranillo, Graciano o Cabernet Sauvignon. Todo ello para conseguir vinos de calidad que sorprenden al consumidor y que se adaptan a cualquier situación.
