Viñedos Singulares es la nueva categoría que incorporará la DOC Rioja, junto a la que protegerá a los vinos espumosos de calidad, según ha acordado hoy su Consejo Regulardor. Se anunciaba hace ya dos años cómo Rioja afrontaba una nueva etapa en respuesta a las inquietudes del mercado y a la búsqueda de nuevos argumentos de valor en el marco de su Plan Estratégico 2005-2020. Primero fue la revisión de sus categorías Reserva y Gran Reserva, junto con la posibilidad de elaborar monovarietales blancos a partir de cualquiera de las variedades autorizadas. El segundo gran paso se ha dado hoy, tras la aprobación por el pleno del Consejo Regulador de la regulación para identificar la procedencia de Viñedos Singulares cuando el origen tiene lugar en un paraje concreto.
Se pone en marcha el proceso que permitirá consignar estas menciones junto a las categorías actuales de los vinos de Rioja —Joven, Crianza, Reserva y Gran Reserva— como información adicional vinculada al terruño y al origen. La nueva mención de Viñedos Singulares busca diferenciar de su entorno un viñedo concreto y plantea exigencias como la de justificar la delimitación natural del viñedo singular, que responderá a una titularidad prolongada en el tiempo, cuya edad debe superar los 35 años y cuyos rendimientos serán más de un 20% inferiores a los autorizados para el conjunto de la DOC. El viñedo singular será equilibrado y de vigor limitado, y se le exigirá tanto vendimia manual como trazabilidad de la producción, con control previo y doble evaluación cualitativa: la calificación inicial y otra valoración previa a la salida al mercado, que en el último caso deberá ser excelente. El Consejo Regulador pretende abordar también, de manera inminente, la puesta al día de la regulación de la mención de subzonas y municipios en el etiquetado.
Próximamente, Rioja amparará también la producción de vinos espumosos blancos y rosados de calidad obtenidos mediante el método tradicional con cualquiera de las variedades autorizadas. La graduación deberá ser entre 11 y 13 grados, y se someterán a una doble evaluación cualitativa —fisicoquímica y organoléptica— antes de salir al mercado. Se les requerirá un período mínimo de permanencia de 15 meses para la segunda fermentación, que se elevaría a 36 en los de más alta gama.
Algunos vinos de la DOC Rioja:
. ONTAÑÓN RESERVA 2005. Vino mitológico
. VIÑA SALCEDA RESERVA 2011. Estilo renovado
. VIÑA POMAL GRACIANO 2012. Vinos singulares
. SOLARCE 2013. Los primeros frutos
. IZADI SELECCIÓN 2011. Después del “después”
. TALLA DE DIAMANTE 2015. Puesta al día sin prejuicios
