Renace el rosado y se pone de manifiesto en un informe de la consultora Castro Galiana que refleja un notable incremento de la presencia de ese tipo de vino en la prensa de España. El primer rosado elaborado por Bodegas Enrique Mendoza en veinte años, después de haber sido toda una pionera en los noventa, marca de nuevo la línea a seguir: un monastrell de color rosa pálido, más floral que frutal.
Los datos difundidos por la consultora Castro Galiana en uno de sus sugerentes informes sobre la comunicación del vino en España confirma una tendencia de la que Diario de un Glotón habla frecuentemente: la nueva línea afrancesada propicia un proceso por el que renace el rosado notablemente. En el último lustro estudiado —de 2012 a 2016— ha acabado ocupando más de un 5% —al principio no llegaba al 2— de las 7 u 8 mil páginas anuales que la prensa escrita le dedica al vino. El tinto sigue siendo el que más atención recibe, pero pasa del 35,5% a poco más del 22.
Un buen ejemplo de que renace el rosado es el que lanza Bodegas Enrique Mendoza. Veinte años después de descatalogar su Vinya Alfàs rosado, que en aquel entonces puso al día ese estilo en la DO Alicante, esta bodega con viñedo en Villena y sala de barricas en L’Alfàs del Pi elabora otra vez un vino de ese color. El nuevo Enrique Mendoza rosado se sitúa también en el epicentro de gustos y tendencias. El de los 90, un cabernet sauvignon, era pura e intensa fresa en cuanto a color y aroma. El Mendoza rosado de ahora es un monastrell rosa pálido más floral que frutal.
El estudio de Castro Galiana refleja también cómo disminuye consecuentemente la presencia en la prensa de denominaciones de origen como Rioja o Ribera del Duero, mientras aumenta la de Rías Baixas o Rueda: los blancos ocupan más del 13%, con un repunte de casi el 1,5. Los contenidos sobre las propias DDOO —sus bodegas, las Rutas del Vino— crecen hasta centrar la atención de un 49% de la información vitivinícola en la prensa escrita, mientras que el resto sigue siendo para críticas y comentarios sobre marcas o añadas concretas.
Renace el rosado también en Bodegas Enrique Mendoza y su nuevo vino lo probamos durante la Wine Lover’s Edition celebrada en L’Alfàs del Pi, con catas —novedades y añadas históricas—, talleres, música, paella… Uno de los platos fuertes fue la degustación de más de cien quesos de distintas procedencias ofrecida por Andrés García, que, desde un puesto del mercado de Ibi y tras abrir La Majada —su tienda en València—, es uno de los especialistas más reputados de España. Él mismo proponía, en pequeños grupos, una cata de algunos de los quesos más fuertes de aquí y del mundo —wellDone, picón, casín, gaztazarra, mascletà, queso de jarra, vulcano— no apta para reacios a los deportes de riesgo. Al final, ese queso noruego que parece toffee resultaba puro bálsamo para las papilas y el trigémino.
Los Mendoza participan del proceso por el que renace el rosado al tiempo que reinventaban su evento enoturístico anual, multiplicando por tres el precio de la entrada —de 15 a 45 euros— y dividiendo entre cinco o seis el aforo: de más de mil personas a 250. La de este año ha sido una jornada tan divertida como de costumbre y más cómoda que nunca, más exclusiva que multitudinaria, siempre instructiva.
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