Recuperación de variedades en la DOP Alicante

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Recuperación de variedades en la DOP Alicante

El trabajo de identificación y recuperación de variedades en la DOP Alicante es una de las líneas de trabajo del actual Consejo Regulador, que se ha propuesto recuperar cepas antiguas que existieron en la demarcación y que se han ido perdiendo con el paso del tiempo, la pérdida de superficie, las tendencias en vinos y calidad o la propia política europea de derechos y autorizaciones.

El catálogo de variedades que se existió en la huerta de Alicante y en otras comarcas protegidas, del que hay testimonios históricos, la configuran invernaderos de muchas cepas, con uvas que se destinaban a la elaboración de vino, pero también de mesa e incluso pasas, y que dieron pie a diversidad de negocios. Esto dio lugar a múltiples sinonimias y homonimias, filtradas a su vez con el habla y el lenguaje de cada lugar, que ha complicado su reproducción o su extensión.

Este es uno de los retos más importantes del patrimonio vitícola: hay una gran diversidad de sinonimias para nombrar a las variedades de uva y, hoy en día, el reto es identificarlas correctamente de forma unívoca, protegiendo el lenguaje tradicional y sus ligeras adaptaciones.

El primer paso ha sido el de tratar de identificar aquel material vegetal que, estando plantado actualmente, es diferente por su tipología, antigüedad o diseño, un viñedo que está plantado ahora mismo, pero se confunde en los registros vitícolas y que los propios agricultores señalan como “diferentes”. El Consejo Regulador hizo una llamada pública a sus asociados para que comunicasen esas parcelas con viñedo especial. Sobre él se realizarían análisis para detectar de qué se trata realmente. Y se ha contado para ello con un equipo de investigación de la Universidad Politécnica de València que dirige Carmina Gisbert.

Su grupo de trabajo desarrolla, en el marco de un proyecto cofinanciado por Fondos FEDER, un proyecto de recuperación de variedades en la DOP Alicante que están en desuso o a punto de desaparecer. En este proyecto se localizan cepas antiguas cuyos nombres se desconoce o se corresponde con variedades mencionadas en documentos anteriores a la llegada de la filoxera y lo identifican utilizando marcadores tipo microsatélites a partir del DNA obtenido de las hojas. Esta es una metodología muy eficiente para llevar a cabo la identificación, porque cada variedad muestra un perfil molecular determinado y único. Además, llevan a cabo estudios de variabilidad genética, sanean variedades infectadas de virus e introducen material recuperado para su salvaguarda en condiciones de cultivo in vitro.

En este proyecto ya se han recogido más de 300 muestras de material vegetal en viñedos antiguos de la Comunitat Valenciana y en comarcas de la DOP Alicante como La Recuperación de variedades en la DOP AlicanteMarina Alta, L’Alcoià-Comtat y zonas del Alto Vinalopó, como La Vall de Beneixama, gran parte de las cuales ya han sido identificadas y se corresponden con variedades presentes en la zona antes de la llegada de la filoxera: botó de gall, forcallat, rojal, planta mula, valencí blanc, valencí negre, verdil… Se han localizado y/o analizado distintas variedades en peligro de extinción —esclafagerres y raïm del clotet, entre otras— y se han detectado sinonimias y confusiones en la nomenclatura. Como ejemplo de localización de una variedad antigua a la vez que de distintas sinonimias podemos comentar que se han encontrado en distintos campos de las provincias de Alicante y de València plantas de moscatel con los nombres de grumer, moscatel del terreno, moscatel dulce, moscatel de Alicante, gustico de Elche o moscatell d’alfàbega que tienen el mismo perfil molecular y que, por lo tanto, son la misma variedad que podría ser el grumer moscatell mencionado en algunos documentos.

El análisis molecular también ha permitido estudiar la variabilidad genética para encontrarla dentro de una misma cepa y entre variedades distintas, cosa que indica proximidad genética y grado de parentesco. Así, por ejemplo, se ha encontrado variabilidad en accesiones de valencí blanc y en moscatel de Alejandría que podrían ser de interés para derivar y/o certificar clones. Con marcadores moleculares también se ha podido determinar que el mismo grumer moscatell es el resultado de un cruce entre moscatel de Alejandría y valencí blanc.

La presencia de estas dos variedades en la zona desde muy antiguo y el haber encontrado el mismo genotipo con distintos nombres hace pensar que podría haberse producido en esta zona la hibridación que originó esta variedad. Por otra parte, se han encontrado errores de nomenclatura y confusión entre variedades. Por ejemplo, plantas colectadas como morastell —sinónimo de graciano— han resultado ser monastrell y viceversa. Lo mismo ha pasado con arcos y forcallat. También se han encontrado distintas variedades con un mismo nombre e incluso genotipos sin identificar, como ha ocurrido por ejemplo con la variedad tortosí o con muestras de malvasía. En este proyecto también se están llevando a cabo estudios de variabilidad en patrones —portainjertos— de uso común y otros infrautilizados o desarrollados más recientemente, cedidos por distintos viveristas de la Comunitat Valenciana. Esto va a permitir conocer la variabilidad en uso y detectar posibles variantes.

A este proyecto hay que sumar el importante patrimonio de variedades que se conserva en la estación experimental agraria de Elche. Localizadas en muchos más municipios de la DOP Alicante —Ibi, Monóvar, Monforte, Pinoso, Banyeres o incluso Guardamar y La Mata— se han identificado nombres como cardeal, cigera, pardillo, sinsó, planta mula, planta fina, macabeo negro o montalbán a variedades con nombres originarios tan curiosos como bobal de alcayat, pastora, baldomera, eladia, morsi, abuelo o sensur, además de los mencionados gustico de Elche o moscatell d’alfàbega”, cosa que avala ese rico lenguaje de la vid en la DOP Alicante. Algunas de estas variedades ya han sido confirmadas con marcadores en el proyecto del que hablamos.

Lo importante para el Consejo Regulador de la DOP Alicante es marcar ya esos cultivos como únicos y demostrar que aún se cultivan estas variedades. Es el primer paso para su legalización, para su puesta al día en el Pliego de Condiciones y en el Registro Vitícola, y para su reproducción y desarrollo ulterior en condiciones sanas y de calidad.

La recuperación de variedades en la DOP Alicante es un proyecto muy importante para la zona y para un desarrollo de una viticultura más singular.

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