MEMORIAS DE UN GASTRÓNOMO INCOMPETENTE. Modestia aparte

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Memorias de un gastrónomo incompetente

JOSÉ MANUEL VILABELLA. EDICIONES TREA, 2019. Estas Memorias de un gastrónomo incompetente reflejan, entre otras muchas cosas, la enorme competencia de un gran gastrónomo. Lo cierto es que, si uno alcanzara la lucidez octogenaria de su autor, se regodearía contando cómo y cuándo compartió mesa o tertulia con José Manuel Vilabella, con el respeto y la admiración que él transmite, por ejemplo, hacia Álvaro Cunqueiro. Decano o casi del gremio gastroperiodístico, ha vivido en primera persona la historia de la gastronomía en España, que tampoco se remonta tanto, y la cuenta en sus Memorias de un gastrónomo incompetente con la finura, la agudeza y el sentido del humor característicos de lo más brillante de la escuela gallega: Julio Camba, el propio Cunqueiro… Además, por veterano e insobornable, Vilabella se ha ganado, si es que no lo ha tenido siempre, el derecho a decir exactamente lo que le da la gana, y lo ejerce hablando de la fauna gastronómica —presente o pretérita— y de todo lo demás. Subscribimos sin tocar una coma, particularmente, su visión de las guías o de las academias: y de sus personajes, con nombres propios. Pero no sabríamos —aún— expresar tanto un elogio sincero como un desprecio demoledor en el mismo tono ingenuo de venerable ancianito que nunca ha roto un plato… ¡o un vaso!

Memorias de un gastrónomo incompetenteMemorias
156 páginas
20 €

 

 

 

 

 

 

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