En 2020 se cumplen 150 años de Familia Torres como bodega familiar de prestigio internacional. En 1870, los hermanos Miguel y Jaime Torres Vendrell fundaron Casa Torres y Compañía, cosechero y exportador de vino en Vilafranca del Penedès. Ahora, la quinta generación, representada por Miguel y Mireia Torres Maczassek, se centra en la elaboración de vinos singulares y en la recuperación de variedades ancestrales que, junto a otras medidas, le permitan a la viticultura mediterránea afrontar la emergencia climática. Con los 150 años de Familia Torres, la empresa prevé haber reducido en un 30% sus emisiones de CO2 en relación con los datos de 2008, cuando comenzó a tomar medidas relacionadas con energías renovables, eficiencia energética, movilidad sostenible y reforestación, además de la búsqueda de nuevos escenarios en zonas más frías y variedades más resistentes. Con ello, Familia Torres espera haber reducido su huella de carbono en un 55% para 2030.
Hace 150 años, los Torres pasaron de pequeños viticultores del Penedès a comerciantes de vino. Jaime había hecho fortuna en Cuba y regresó para asociarse con Miguel, su hermano viticultor. Juan Torres Casals, hijo de Miguel Torres Vendrell, empezó a destilar vinos para elaborar brandy. El hijo de éste, Miguel Torres Carbó, reconstruyó la bodega tras el bombardeo de la Guerra Civil y empezó a embotellar vinos para comenzar a consolidar la marca Torres por todo el mundo. La cuarta generación, con Miguel A Torres, modernizó las técnicas enológicas e introdujo variedades francesas, con las que elaboró el Mas La Plana o el Milmanda, antes de emprender la expansión de la bodega en Chile y California. La quinta generación la llevó a Ribera del Duero, Rioja, Rueda y Rías Baixas, zonas que se sumaban a las catalanas Penedès, Priorat, Conca de Barberà y Costers del Segre. Está en marcha la edición de un libro que recogerá los principales hitos de 150 años de Familia Torres y distintos eventos para celebrar su 150º aniversario.