Las bodegas adheridas a Corpinnat y su adiós al cava

0
223
Corpinnat

Después de que las bodegas adheridas a Corpinnat anunciaran su salida de la DO Cava, el Consejo Regulador ha lamentado esa decisión por medio de un comunicado. Esa marca, que viene a significar “nacido en el corazón del Penedès”, agrupa a Gramona, Recaredo, Torelló, Llopart, Nadal, Sabaté i Coca, Mas Candí, Júlia Bernet y Can Feixes con el objetivo fundamental de “proteger una denominación geográfica y una forma de elaborar”, según Xavier Gramona, copresidente de la Associació d’Elaboradors i Viticultors Corpinnat (AVEC) junto a Ton Mata, de Recaredo.

CorpinnatPara ser miembro de AVEC hay que practicar una viticultura cien por cien ecológica y comprometida con el entorno, trabajar con variedades autóctonas o “históricas” al menos en un 90%, elaborar el total del vino en la propiedad, evitar por completo la chaptalización, limitar la adición de sulfuroso, aplicar exclusivamente el método tradicional —aunque no se descarta por completo el ancestral— o prolongar la crianza sobre lías hasta 18 meses —tres más de los que le exige la DO Cava a los reserva— para defininir unos vinos “estrechamente ligados a su territorio”. La decisión de las bodegas adscritas a Corpinnat está en la línea de la que en su día tomaron Raventós i Blanc o AT Roca, que les habían reprochado su permanencia en la DO Cava.

CorpinnatEl comunicado del Consejo Regulador del Cava subraya que “los miembros de AVEC, que representan el 0,94% de la producción total de cava, no podrán utilizar o hacer referencia a la marca Cava, a la categoría Gran Reserva o al Cava de Paraje Calificado, exclusivas para los elaboradores inscritos en la DO Cava”, y que se han mantenido varios encuentros dirigidos a “trabajar en una línea integradora para potenciar la calidad del cava desde el reconocimiento o diferenciación del territorio y la viticultura”, aunque, “pese a estar invitados a sumarse a este objetivo común del sector, han decidido voluntariamente abandonar la DO, ya que no han aceptado los plazos que el propio proyecto requiere.” Según Javier Pagés, presidente del CR del Cava, “la gran discrepancia es el tiempo”.