Después de un mínimo histórico de poco más de 26 millones de kilos de uva en 2017, la vendimia de la DOP Alicante ha recuperado su volumen habitual con una cosecha de casi 30 millones y medio —un 15,8% más—, cercana a la media de la última década, que está 
en torno a los 33 millones.
La vendimia ha estado marcada por un adelanto inicial de la maduración, que se frenó en septiembre a causa de las lluvias, con las que se ha prolongado la recolección casi hasta el mes de noviembre. Esto también ha provocado una ligera reducción del grado Baumé —la medida del nivel de madurez—, que ha marcado 0,39 menos que el año pasado, con una graduación alcohólica media de 13,28%. En cuanto a las distintas variedades, destacan la buena calidad de la moscatel —tanto como de las blancas en general— y un cierto retraso en las tintas, como la monastrell, que requerirá un mayor trabajo en bodega.
La DOP Alicante registra actualmente más de 10 mil hectáreas que se reparten en diferentes subzonas. Un 58% del viñedo se concentra en el Vinalopó Medio, un 30% en el Alto y un 7% en La Marina Alta. El resto se reparte entre las comarcas de El Comtat, L’Alcoià y la Marina Baixa.
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