La coctelería molecular traza para la mixología una hoja de ruta similar a la que ha seguido la cocina, con una aproximación a la ciencia y sus recursos, con los de la química en lugar destacado. En el fondo, la coctelería es química en sí misma, ya que se basa en la destilación, el filtrado o la mezcla de distintos productos para obtener algo diferente. En esa línea, World Class, plataforma dedicada a la promoción de la cultura del cóctel, ha reunido a sus mejores profesionales —Ángel Arruñada, Borja Cortina, Giacomo Giannotti, Alberto Pizarro y David Ríos, ganadores de la World Class Competition en distintas ediciones—, para formarlos de la mano de profesores universitarios en el World Class Lab.
Según uno de los promotores de la iniciativa —el Bran Ambassador de Diageo Reserve Ramón Parra—, la idea de este encuentro es brindarles bases sólidas a los bartenders para que optimicen sus procesos y entiendan por qué ocurren las cosas. “Igual que lo ha hecho la gastronomía, en la alta coctelería también se está instaurando la tecnología y los mejores bartenders ya usan instrumentos químicos en sus bares”, ha dicho Parra, para quien el World Class Lab sirve para que los profesionales “puedan identificar la técnica correcta a utilizar dependiendo del resultado que buscan”.
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