ARGELITA, 20. TEL.: 964 600 972. El restaurante del hotel Toledo es la primera opción gastronómica para cualquiera que aterrice en esta población de la Plana Baixa. Puede hacerlo en relación con su poderío cerámico —si el triángulo formado por Vila-real, Alcora y Onda concentra el 95% de esa industria en España, esta última acapara la mitad de la producción— o atraído por el encanto pintoresco y monumental de su casco histórico medieval, de su majestuoso castillo, de su entorno natural… En consonancia, el hotel Toledo, con sus instalaciones funcionales y su cocina de amplios registros, acoge a empresarios y trabajadores, a vendedores y compradores, a lugareños y visitantes. Abrió en 1999 y en 2002 accedió la segunda generación a este negocio rigurosamente familiar. Con su hermano Pedro al frente de la sala y la bodega, Javier Lozar asumió la dirección de la cocina después de pasar por las de Quique Dacosta o el Celler de can Roca, para articular una propuesta capaz de satisfacer a su variopinta clientela.
Entre la carta, las sugerencias, el menú diario o los que preparan con motivo de sus frecuentes jornadas temáticas —las de la trufa, por ejemplo—, en el hotel Toledo hay dónde escoger. En nuestra reciente visita, los elegidos fueron la ensaladilla de gamba al ajillo, la alcachofa con jamón ibérico, yema y trufa, el sepionet en su tinta con foie y salsa agripicante, el cochinillo ibérico confitado con cebolla caramelizada y un espléndido surtido de postres: helados caseros de trufa —melanosporum— y de horchata —con sus torrijas de fartons—, además de golosas tartas de chocolate y de zanahoria. Con los snacks, el prepostre, los petits fours y una compañía particularmente grata, la comida fue de las que se recuerdan.
A la carta, desde 30 €. Menú diario, 15 €
Cierra los domingos
