Gastronovelas y gastroensayos para leer en la playa

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Gastronovelas y gastroensayos

Ahí va nuestra propuesta de gastronovelas y gastroensayos para leer durante este verano a la sombra de una sombrilla o de una higuera.

Una de las novedades en cuanto a GASTRONOVELAS relata, con la Pizzería Vesubio como eje, la trayectoria vital de un personaje cuyo perfil —italoargentino, psicólogo, errante entre Nápoles, Buenos Aires y Barcelona— concuerda con el del autor, Walter Riso. La ganadora del Premi Ramon Llull 2018 se titula en español La fuerza de un destino y está basada en la vida de Jean Leon, artífice del restaurante La Scala en Hollywood y de la bodega que lleva su nombre en el Penedès. Sabor crítico —el tercer caso del subcomisario donostiarra Vicente Parra— es otro de los éxitos de la temporada. El autor es Xabier Gutiérrez —jefe de innovación del restaurante Arzak— y la víctima, un famosísimo crítico gastronómico cuyo parecido con la realidad no es pura coincidencia. Igual de fascinante resulta Entre pólvora y canela: una de piratas y cocineros. Explorando géneros, encontramos hasta gastronovelas con todos los ingredientes de la literatura para adolescentes, como Tarta de almendras con amor. También hay gastronovela histórica. Triclinium, sobre la vida de Apicio, recibió el otoño pasado el Premio Nacional de Gastronomía, pero quizás sea el momento de leer Los herederos de la tierra, con pasajes entre vinos y viñedos medievales. Más difícil de clasificar es El festín de la vida, protagonizada por una cocinera joven, atractiva, inteligente y norteamericana. Otra novela gastropoliciaca que puede uno llevarse a la playa es Matar al padre, segundo caso del detective Ven Cabreira, que quiere ser a la España de la Gran Crisis lo que Pepe Carvalho a la de la Transición.

En cuanto a GASTROENSAYOS y libros de no ficción, aún huele a imprenta la novedad más destacable de la temporada, donde JM Mulet despacha 101 mitos y falsedades en torno a la pregunta ¿Qué es comer sano? con su sentido del humor y su rigor científico. Tan provocador o más, Anthony Warner, en El chef cabreado, inventa el término “nutripolleces” para referirse a la charlatanería pseudocientífica que se impone cuando se habla de alimentación. ¿Algo más periodístico? ¡Plato! recopila 32 reportajes de Pau Arenós sobre cocineros mediáticos, rankings de restaurantes, mitos justificados o injustificables, excentricidades de las cocinas del mundo o botellas legendarias. ¿Más erudito? Comer es una historia y la cuenta Óscar Caballero, desde la domesticación del fuego hasta el pan sin gluten. ¿Un ensayo más literario? El antropólogo Marc Augé hace un Elogio del bistrot —parisino, bien sûr— donde el eslabón entre el restaurante y la taberna aparece como seña de identidad de la capital francesa. Provocador, periodístico, erudito y literario, a su manera, fue Anthony Bourdain: (re)leer sus Confesiones de un chef es el mejor homenaje.