La propuesta de enoturismo en Grandes Pagos de España incluye catas singulares en el viñedo, inmersiones enológicas, almuerzos camperos, picnic entre cepas, paseos a caballo, rutas en 4×4 e incluso la posibilidad de participar en una vendimia, siempre en alguna de las 29 bodegas singulares que forman parte de esa asociación. También han creado el Programa de catas premium Grandes Pagos de España, que incluye catas temáticas, de proximidad, de grandes añadas y «viaje por España», donde se pueden probar no sólo los vinos de la bodega visitada, sino también los de otros miembros de la asociación. El enoturismo en Grandes Pagos de España ofrece visitas a las bodegas que duran un mínimo de 2 horas y media —una mañana o una tarde— en grupos muy reducidos, con el objetivo de poder conocer su filosofía, su historia y a las personas que hay detrás de cada vino.
Grandes Pagos de España es una asociación de fincas vitícolas que defienden y propagan la cultura del vino de pago, producido en un terruño específico para reflejar la personalidad de su suelo, su subsuelo y su clima con un concepto peculiar del vino de calidad. Desde el año 2000, un grupo de productores de vinos de pago —elaborados con sus propias uvas de un único viñedo— de las dos castillas se reunieron para reinvindicar su filosofía y fundaron Grandes Pagos de Castilla, asociación sin ánimo de lucro que se transformó en 2003 en Grandes Pagos de España. Actualmente agrupa a 29 bodegas de diferentes zonas vitivinícolas: Aalto, Abadía Retuerta, Alonso del Yerro, Alvear, Belondrade, Calzadilla, Can Ràfols dels Caus, Cérvoles, Cortijo Los Aguilares, Dehesa del Carrizal, Enrique Mendoza, Fillaboa, Finca Sandoval, Finca Moncloa, Finca Valpiedra, Gramona, J Chivite Family Estates, Manuel Manzaneque, Marqués de Griñón Family Estates, Mas Doix, Mauro, Mustiguillo, Numanthia, Pago de Vallegarcía, Palacio Quemado, Propiedad de Arínzano, San Román, Secastilla y Valdespino.