Hay algunas novedosas propuestas en Torrevieja y su órbita. Destacamos La Mar de Bien, en la pedanía torrevejense de La Mata, y Brown’s, en la zona de las Playas de Orihuela conocida como La Zenia. Tienen en común su aire cosmopolita y exótico, acorde con el ambiente de la zona y la clientela internacional.
La Mar de Bien (Embarcadero de la Sal 2, La Mata, 621 239 707) nació hace menos de un año —en un local que ocupa el solar donde estuvo el chiringuito del mismo nombre— con visos de ir destacando entre las propuestas en Torrevieja. Lo vaticina el bagaje personal y profesional de Daria y Andria Macan, torrevejenses de padres serbocroatas, viajados e instruidos en distintos oficios hosteleros. Tienen notables dotes como anfitriones y su trayectoria vital se va reflejando tanto en una atractiva carta de vinos como en una propuesta muy de gastrobar, cosmopolita y divertida, con guiños al entorno y a la fusión. La ensaladilla rusa se crece con la torta de sal hecha en un horno del vecindario, como la encantadora mona que aparece a los postres con ganache de chocolate junto a rotundos pasteles: de zanahoria, por ejemplo. Las vieiras con mantequilla de cacahuete y leche de coco, las croquetas de kimchi, el sashimi de salmón con wakame y shitake o el taco de cochinita pibil son cosas pensadas para compartir y disfrutar. En cuanto a platos principales, hay carnes y pescados diversos o una suculenta fregola con foie a medio camino entre pastas y risottos. Sandwiches, montaditos y hamburguesas son buen exponente de una comida informal que, arropada por la coctelería y las sesiones musicales, está disponible de mediodía a medianoche en la sala, en la barra o, de cara al buen tiempo, en la terraza al lado de la playa.
A la carta, desde 29 €. Abre todos los días
Brown’s (Ctra Villamartín 1, Orihuela Costa, 966 393 699) abrió hace un par de años y, sobre todo desde que el inglés David Gallagher asumió el mando culinario unos meses después, ha ido dejando de ser un pub con “house music, cuisine and cocktails” para convertirse en un restaurante que se posiciona entre las más atractivas propuestas en Torrevieja y su órbita: un gastrobar de cocina gastronómica —fine dining, en la lengua vehicular de la zona— con amplios horarios y diversidad de propuestas para todos ellos, incluyendo música y copas. La cocina refleja la trayectoria del chef —de formación clásica a la francesa y con una larga experiencia en Australia, que, según parece, viene a ser una prolongación del sudeste asiático, gastronómicamente hablando— y los gustos de la clientela, con abrumadora mayoría de residentes originarios del centro o el este de Europa: más o menos, la “cocina internacional” de toda la vida, que, como cualquier otra, no es impermeable, sino todo lo contrario, al tsunami gastronómico procedente de Japón, Tailandia y aledaños. La carta habla de “tapas internacionales”, pero lo que ofrece está en las antípodas del picoteo y los platos para compartir. Destacan los de carne con profusión de guarniciones —redundantes en ocasiones— y notas exóticas. El repertorio de vinos es tan reducido como caro y el de cócteles, magnífico.
A la carta, desde 35 €. Menú mediodía, 19,90, sin bebida. Abre todos los días
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