¿Cuáles son los aromas de la felicidad? Un estudio promovido por bodegas Matarromera y presentado recientemente en el Basque Culinary Center concluye que los del clavo, el plátano y la frambuesa provocan alegría, satisfacción o relajación, mientras que los del café o la vainilla se asocian con la diversión o la fortuna. La investigación, desarrollada por las empresas Laffort y BioLaffort, tuvo en cuenta también otros aromas presentes en el vino, como los de violeta, pimienta, regaliz, limón, mora, fresa, grosella, melocotón, manzana, piña, té, nuez, mantequilla o champiñón.
Se trataba de definir patrones de referencia relacionados con los gustos vinícolas de los jóvenes. A partir de doce vinos sin crianza —algunos de Matarromera entre ellos—, el estudio se centró en noventa consumidores frecuentes —un 58% de mujeres, entre 18 y 40 años, con formación universitaria— que asociaban el vino a contextos como el bar o el restaurante y la cena con invitados en casa. Además de las relacionadas con los aromas de la felicidad, las conclusiones apuntan a que las características organolépticas y el precio van por delante del alcohol o las medallas en las preferencias de ese perfil de consumidor, que valora positivamente los vinos afrutados, fáciles de beber, sedosos en boca, equilibrados, frescos y complejos en sabores.