GIRONA, 68. TEL.: 690 904 614. La propuesta de Bicnic reproduce una salida al campo en plan picnic, tanto en la comida como en la arquitectura interior, incluyendo la parada intermedia en un área de servicio —entre el origen urbano de la excursión y su destino campestre— con distintas opciones gastronómicas que van desde lo “fast” hasta lo “slow”. En consonancia con ellas, hay ambientes muy distintos, desde la barra de la entrada —un alto en el camino para una comida rápida e informal— hasta el entorno campestre del fondo —donde culmina el verdadero picnic gastronómico— y todo va adecuándose: vallas publicitarias como de carretera, el pavimento propio de cada entorno… Al final, el bosque.
Lo “fast” y lo “slow” definen la propuesta gastronómica de cada una de las zonas de Bicnic. En las dos barras de la primera, raciones y platos fáciles de comer: costillas de cerdo hoisin con ensalada de apionabo y coconesa, rollitos x-nem de cordero al estilo vietnamita, fish & chips de pescado de costa marinado, ostra en tempura con chips vegetales, superravioli de jarrete de ternera con caldo de shiitake, hamburguesa de txuletón y carrillera en pan de cerveza… Toda la carta Fast está disponible para llevar y, para acompañar, hay más de diez vinos por copas.
En la zona Slow, con “vistas” al Pedraforca y a Sant Llorenç de Munt, aparecen la tabla de porchetta rellena de shiitake y asada al horno, el tiradito de lomo de atún con leche de tigre, erizo de mar, boniato y crema de aguacate, el steak tartar de vaca y anguila sobre el tuétano horneado, la carrillera de ternera braseada con salsa de fricandó de boletus, salteado de setas y puré de tupinambo, la aleta de raya a la plancha con allioli de ajo negro sobre suquet de pescado de roca, el calamar relleno de buey de mar con caldo de bacalao o los huevos fritos con burrata y erizo de mar. En vaso en el Fast o emplatados en el Slow, la carta de postres va desde la nieve de naranja con flor de azahar, granada “frizzante” y helado de spritz hasta el cremoso de chocolate negro con nata especiada, pasando por el sorbete de piel de limón con merengues de tomillo limonero y flor de Sichuán.
Bicnic es una secuela del vecino Betlem, que se reinventó como bar de tapas después de más de un siglo como tienda de comestibles. También incorpora el espíritu viajero que encarna el food truck Bicnic con su comida callejera e itinerante. Al frente está el chef Víctor Ferrer, con un currículum en el que aparecen nombres como el Racó de can Fabes de Santi Santamaria, el parisino Plaza Athénée de Alain Ducasse o el madrileño Santceloni.
Otras propuestas en el Eixample de Barcelona:
. YAKUMANKA. Gastón Acurio a medida
. MEDIAMANGA. Un bar del siglo XXI
. LOIDI GASTROBISTROT. Décimo aniversario
. OSMOSIS. Restaurante enogastronómico
. NIKKEI 103. Fusión japoandina
. TENORIO. Cocina modernista
. TOTORA. Cocina peruana del mar
. EL MERCADER DE L’EIXAMPLE. Cercano y catalán