Apología de la ñora y el langostino de Guardamar

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la ñora y el langostino de Guardamar

Hace catorce años, la ñora y el langostino de Guardamar del Segura comenzaron a ponerse en valor como referente gastronómico con la Setmana de la Nyora i el Llagostí.

La ñora y el langostino de Guardamar son buenos ejemplos del enorme valor simbólico que tiene la tradición agrícola y pesquera aunque su importancia económica haya quedado en un plano secundario e incluso residual. El cultivo de la ñora —y el secado sobre la arena de las dunas, que es el rasgo diferencial de la de Guardamar— hace tiempo que dejó de tener un peso determinante en la economía local. Algo parecido sucede con la pesca del langostino. Pero la ñora y el langostino de Guardamar siguen siendo elementos fundamentales de su identidad y la autenticidad sí que es un valioso activo para una economía que gira en torno al turismo.

la ñora y el langostino de GuardamarSegún la Oficina de Turismo de Guardamar, en la actualidad se dedican al cultivo de la ñora en el término unas 100 tahúllas —poco más de 11 hectáreas— que producen unos 30 mil kilos al año. Cuando comenzó a celebrarse la Setmana de la Nyora i el Llagostí, catorce años atrás, la superficie era cinco o seis veces mayor. Pero, seguramente, no era tan grande la identificación entre Guardamar como destino gastroturístico y un producto como su ñora, que tiene una personalidad protegida desde el año pasado por una marca colectiva creada por el Ayuntamiento y cuya reputación en las cocinas de toda España ha ido creciendo con el prestigio de los arroces y guisos marineros del sur de la Comunitat Valenciana. Más difícil es analizar la pesca del langostino en Guardamar —una parte de las capturas de su flota se desembarca en Santa Pola—, pero todo apunta a que su importancia económica y simbólica ha experimentado una evolución similar a la de la ñora en la última década y media. Se trata de una pesca muy irregular, con años buenos y malos. La temporada dura hasta agosto o septiembre y la media anual ronda los 400 kilos de langostino subastados en la lonja de Guardamar.

la ñora y el langostino de GuardamarEste año, en la Setmana Gastronòmica de la Nyora i el Llagostí —del 4 al 10 de junio— participan Le Bleu, El Bocaíto, El Bocaíto Playa, Chema, Club Náutico y El Jardín, con menús que cuestan 37 euros y tienen a los dos emblemas de la despensa local como protagonistas. Para abrir boca y calentar motores, el 21 de mayo se disputó en el hotel Meridional la final del Concurso de Cocina de la Ñora y el Langostino de Guardamar, una destacada actividad complementaria que en sus últimas cuatro ediciones tiene carácter “nacional”. En la de 2018, las procedencias de los 35 aspirantes remitían a doce comunidades distintas. Entre ellos, la organización seleccionó a diez finalistas que presentaron sus platos ante un jurado de cocineros y entendidos. Ganaron Javier González Carmona —del restaurante Ispal de Sevilla— y sus langostinos de Guardamar con tallarines de brócoli, colmenillas y beurre blanc amontillada de langostino y ñora, cuya receta publicaremos próximamente. Segunda fue Olga Anikina, pedazo de cocinera que el lector conoce de cuando hemos reseñado el Nou Poliesportiu de Pinoso. Tercero fue Cándido Morales, del Borrego, en Bullas.

Los platos premiados en la anterior edición:
. Tres recetas con ñora y langostino de Guardamar