Los dulces de Todos los Santos en Horno San Onofre

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dulces de Todos los Santos

Los dulces de Todos los Santos, en el Horno San Onofre de Madrid, se resumen en los panellets, los huesos de santo y los buñuelos. Ana y Mónica Guerrero, las hermanas que están al frente de ese veterano establecimiento, participan, en la comarca de Alcoy, en la recogida de la almendra marcona que inicia el ciclo del turrón y que es un ingrediente esencial para los dulces de Todos los Santos, una repostería anclada en la tradición que nació de la creatividad. Panellets, huesos de santo y buñuelos, junto con las calabazas de chocolate al estilo Halloween, son los protagonistas en los cinco locales de la cadena: Horno San Onofre (San Onofre, 3), La Santiaguesa (Mayor, 73), La Tahona (Hortaleza, 9), Hernani (Hernani, 7) y el de la firma en el Mercado de San Miguel. De la vinculación de la repostería tradicional con el calendario religioso dan cuenta otras especialidades de Horno San Onofre, como la corona de la Almudena, las torrijas de Semana Santa o el roscón de Reyes, un auténtico súper ventas.

En cuanto a los dulces de Todos los Santos, remiten al sincretismo entre los rituales paganos y el cristianismo. El panellet es un pariente del mazapán, característico de Cataluña, Baleares y la Comunitat Valenciana. La primera variedad es el empiñonado, un panecillo vinculado al ritual cristiano de llevar pan a los altares y a la tradición de repartir pan entre los pobres y necesitados sobre las tumbas el Día de los Difuntos, según las hermanas Guerrero. Los huesos de santo nacerían después como una variación del panellet. Aparecen en Aragón cuando el catolicismo intentaba destacar lo incorrupto. El origen de los buñuelos es, al parecer, árabe. Inicialmente se bañaban en miel, aunque ahora se rellenan de boniato, calabaza o cabello de ángel, y también tienen su protagonismo entre los dulces de Todos los Santos.

Repostería tradicional:
· Hornos de Palma: ensaimada y másdulces de Todos los Santos