El Mapa Motivacional del Consumidor de Vino, presentado por la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE) analiza sus actitudes y hábitos de compra o consumo. Destaca factores como la desconexión y el disfrute que permiten escapar de las obligaciones diarias y el estrés, así como el sentirse en compañía o integrante de un grupo en una sociedad cada vez más individual. La Interprofesional del Vino adelantó en la jornada Born to be Wine las conclusiones que se desprenden de un estudio realizado por la empresa BMC Srategic Innovation, con potentes tablas dinámicas para que las bodegas obtengan datos específicos a partir de su tipología de vinos o del público al que buscan dirigirse.
El Mapa Motivacional del Consumidor de Vino de España ha analizado en profundidad las motivaciones de consumo de vino frente a otras categorías de bebidas. Las conclusiones apuntan a que el consumidor de vino es más sibarita y planifica más su consumo frente a 
los de otras bebidas. La investigación arroja datos cuantitativos como que, entre los consumidores habituales de otras bebidas, cuatro de cada diez estarían dispuestos a cambiarlas por vino, con su falta de carácter refrescante y el formato botella como dos de los inconvenientes. Los encuestados destacan el papel del vino como ensalzador de momentos y acompañante gastronómico, así como un profundo conector con uno mismo y con los demás, más que otras bebidas. El estudio destaca las grandes oportunidades del mundo del vino para evolucionar sus significados y roles en la vida de las personas, siempre que comunique de forma directa y sencilla para conectar de forma real y sincera con el consumidor actual.
Entre las motivaciones que mueven a los consumidores, destacan la liberación e incorporación de cambios que ilusionan (18%), el sentido de pertenencia y los vínculos emocionales (17%), la tradición y lo local (13%) y la celebración de un momento importante (10%), según el Mapa Motivacional del Consumidor de Vino en España. Aunque buscan salir de la rutina, en la mayoría de las ocasiones terminan consumiendo lo mismo o de la misma manera. El ocio se perfila como un momento clave, con la comida y, sobre todo, la bebida como factores de socialización. El consumidor busca vivir experiencias, compartir y degustar en buena compañía, así como darle un significado al momento en el que tiene más capacidad de elección para compartir tiempo o espacio con amigos o familiares y se siente más libre. Éste sería uno de los ámbitos de actuación donde el sector del vino debería incidir, según las conclusiones del estudio.
Otras iniciativas de la Interprofesional del Vino:
· OIVE y OEMV estudiarán el consumo de vino en España
· Chateemos, que viene de “chato”
· Campañas por una mayor presencia del vino en hostelería
