La fermentación del vino puede pasar de contaminante a energía útil en la actividad de las bodegas, según las líneas de trabajo que Familia Torres expuso, junto a otras iniciativas para reducir las emisiones de CO2, en un simposio celebrado en El Penedès. La bodega desarrolla su programa Torres & Earth desde 2008.
Familia Torres Climate Change Course congregó a medio centenar de sumilleres, periodistas, formadores y académicos de ocho países para exponer acciones urgentes contra el cambio climático, en una jornada que incluía demostraciones sobre las nuevas tecnologías de captura y reutilización del CO2 en las que trabaja la bodega. Miguel A Torres, presidente de Familia Torres en su cuarta generación, repasó el programa Torres & Earth que desarrolla desde 2008 ante la evidencia del cambio climático y con el objetivo de reducir sus emisiones de CO2 por botella hasta un 30% en 2020. Ese programa lleva invertidos más de 15 millones de euros en medidas de mitigación y de adaptación ante la necesidad de “descarbonizar la economía para poder contener el aumento de temperatura a 1,5 grados en 2030-2040”. Torres considera que el futuro pasa por incorporar tecnologías de captura y reutilización del dióxido de carbono (CCR, por sus siglas en inglés) que eviten emisiones de CO2 y reduzcan los gases causantes del calentamiento global, de manera que pasen de contaminante a energía útil.
Para el doctor Miquel Rosell, oceanógrafo y asesor de Familia Torres en cuanto a cambio climático, las bodegas “pueden abanderar la lucha contra el cambio climático, porque tienen espacio para la instalación de energías renovables y la posibilidad de capturar el CO2 de la fermentación”. Rosell añadió que la gestión del CO2 es clave para contener los efectos del calentamiento global y que las bodegas pueden desarrollar una economía circular donde el CO2 pase de contaminante a energía útil.
La energía solar es, con mucho, la más abundante entre las renovables y la gran baza de cara al futuro. Esa es la tesis de Chris Goodall, autor del libro The Switch. Según él, “cubriendo el 2% de la superficie del planeta con placas solares produciríamos suficiente energía para abastecer las necesidades mundiales en 2050”. Especialista en la transición hacia una economía baja en carbono, añadió que el reto está en acelerar el desarrollo de la energía solar, cosa que se puede conseguir produciendo más silicio y con nuevas tecnologías que abaraten el proceso. Se refirió, por ejemplo, a la perovskita, un nuevo material más barato, eficiente y fácil de utilizar que el silicio. Goodall defendió la posibilidad de descarbonizar la economía.
Mireia Torres, directora de Innovación y Conocimiento de Familia Torres, habló de las investigaciones de la bodega en el ámbito de la viticultura para hacer frente al cambio climático: “Incluso en el escenario climático más optimista, tenemos que cambiar la manera de gestionar el viñedo y las variedades que plantamos, buscando que sean resistentes a la sequía y al calor y ayudando a las más vulnerables con técnicas agronómicas que permitan retrasar la maduración y garantizar la calidad de la uva”. Estos proyectos incluyen la recuperación de variedades ancestrales, la selección clonal y masal de las cepas y los ensayos en el campo relacionados con la viticultura de precisión y la capacidad hídrica de los suelos.
El biólogo Jamie Goode, experto en comunicación del vino, considera que para conseguir el compromiso ambiental de todas las empresas es necesaria la presión de los consumidores. Según él, “los hechos no cambian la mentalidad de la gente, pero las historias pueden cambiar comportamientos, así que hay que contar buenas historias y el mundo del vino tiene muchos elementos para conectar con el público”. Para Goode, hay que conseguir lo antes posible que sea socialmente inaceptable el hecho de emitir CO2, tanto por parte de las empresas como de los individuos.
Otras iniciativas de Familia Torres:
· Seis variedades ancestrales resucitadas por Torres
· En torno al joven arte del maridaje